Independência emocional e apoio mútuo: as bases do casal feliz
A vida de um casal pode ser muito enriquecedora, satisfatória e saudável se se estabelecer uma relação de igualdade, livre de dependências e mitos românticos.
Frequentemente nesta seção, escrevo sobre pessoas que têm relacionamentos turbulentos e prejudiciais. No entanto, viver como um casal nem sempre precisa ser um inferno. Muitas pessoas em suas vidas desfrutam de uma relação de respeito, igualdade e crescimento mútuo. Parte do segredo do seu bem-estar é trabalhar juntos para alcançar objetivos comuns que beneficiem todos os membros da família igualmente.
Adeus aos mitos românticos
Em primeiro lugar, para manter um relacionamento saudável, temos que descartar os mitos românticos como a "melhor metade" de nossas vidas . Em artigos anteriores, já vimos que esse conceito é uma falácia que nos faz sentir incompletos e nos mantém em uma busca eterna por alguém externo para suprir nossas carências e necessidades.
Esse tipo de relacionamento, baseado na desigualdade, nos prejudica ao nos distanciarmos de nós mesmos.
O amor romântico se baseia em premissas patriarcais em que o casal se baseia na submissão de um de seus membros ao outro . Nestes casos, nunca será estabelecida uma relação saudável e justa. Para alcançar um relacionamento enriquecedor e gratificante, ambos os parceiros devem estar livres desses padrões de dominação e submissão que mantêm outros casais unidos.
Como se libertar de padrões de dependência prejudiciais
Cada pessoa pode atingir esse estado de liberação de uma maneira particular.
- Alguns podem ter crescido na infância em um ambiente no qual seus pais proporcionavam um vínculo de apego saudável e seguro.
- Otras personas, aunque no hayan conocido un apego seguro en sus infancias, pueden haber vivido diversas experiencias personales que les han ayudado a madurar y a superar los daños de su niñez. Al sanar sus emociones y liberarse de su mochila de carencias, rabia y pesadumbre, estas personas logran establecer lazos saludables, empáticos y equilibrados con sus parejas.
Esta personas, al crecer con una alta autoestima, sintiéndose amados y protegidos, no arrastran a la edad adulta una necesidad patológica de reclamar atención. Se sienten seguras de ellas mismas y establecen con sus parejas unos vínculos igualitarios en el que nadie se piensa superior o se supedita a las necesidades del otro. Estas relaciones están basadas en el equilibrio, el bien común y la búsqueda del bienestar de todos sus miembros: todos son igual de importantes, todos necesitan cuidados, todos brindan cuidados.
De una forma o de otra, para mantener una relación de pareja sana y empoderadora, ambas partes deben haberse trabajado y liberado de sus daños emocionales y de patrones de dependencia insanos.
Esses tipos de relacionamentos enriquecedores não se baseiam na dependência, mas no apoio mútuo. Esses casais estão unidos por interesses comuns e pela vontade de caminhar na mesma direção . Eles não lutam uns contra os outros, mas unem forças para atingir seus objetivos. Claro, eles não são casais perfeitos e, como os outros, passam por diferentes crises e problemas.
No entanto, esse espírito de sinceridade e respeito os ajuda a encarar os momentos de estresse como uma oportunidade de crescimento mútuo.
Cada nova crise é um desafio, uma oportunidade para ir mais longe individualmente e amadurecer como casal.
Además, el amor que se profesan estas personas es más libre y desinteresado, mucho más auténtico y enriquecedor que cuando se basa en dependencias insanas o cuando se pretende que cada uno sea una media naranja que complementa al otro.
Durante toda su vida en común, cada miembro de la pareja se convierte en una fuerte figura de apego seguro para la otra parte.
Ante cada problema, duda, crisis, ambos miembros están presente para dialogar y apoyarse. También estarán ahí, para compartir momentos de complicidad y alegría.
El apoyo mutuo como apego seguro
Por norma general, estas parejas no suelen acudir a terapia, pero sí he encontrado en consulta, en innumerables ocasiones, el caso de personas atrapadas en relaciones muy tóxicas o con parejas que les maltratan física o psicológicamente. A medida que vamos trabajando sus historias personales de dependencia emocional, estas personas logran romper definitivamente con sus parejas dañinas y rehacen sus vidas junto a compañeros, también liberados de sus ataduras.
Este es el caso de Elsa, que acudió a mi consulta aquejada de una profunda crisis de identidad. Elsa estaba viviendo sola con su marido. Sus dos hijas se habían marchado ya de casa y ella notaba un profundo malestar. La mujer se sentía atrapada en una relación sin amor, monótona y sumisa.
A medida que fue avanzando en su trabajo terapéutico, Elsa comprendió la necesidad de separarse de su marido y tomó la decisión. Al tiempo, conoció a otra persona y se fueron a vivir juntos. Elsa me escribió para contarme que por primera vez en su vida, se sentía querida y acompañada de forma auténtica: "me apoya y me cuida igual que yo a él", me dijo. "Eso nunca lo había vivido".
Este apoyo mutuo del que me escribió Elsa es el que ayuda a estas personas a seguir madurando y creciendo. Podemos comprenderlo como una continuación del apego seguro de los primeros años, del que nos hablaba Bowlby. De pequeños, gracias al amor y a los cuidados de nuestros padres, crecemos seguros y confiados, y cuando crecemos y encontramos una pareja con la que podemos tener una relación de auténtico amor desinteresado, seguimos madurando y enriqueciéndonos mutuamente.
Si deseamos vivir en pareja, una de las claves para alcanzar la felicidad es encontrar una persona con la que realmente podamos ser nosotros mismos, libres y auténticos, y a su vez, para la que nosotros también seamos una figura importante en la que apoyarse.